Después de cientos de años de intriga, unos investigadores taiwaneses revelan el Secreto del Stradivarius al mundo científico. Una de las claves para su sonido parece ser un antiguo baño de minerales.
Durante cientos de años, los violines de Antonio Stradivari han sido considerados los mejores en el mundo. Valen varios millones de dólares. Los únicos otros instrumentos que compiten por el título fueron hechos a mano por un hombre llamado Giuseppe Guarneri. Guarneri, trabajaba al mismo tiempo en su taller en la misma ciudad de Cremona al norte de Italia.
Las teorías de «el Secreto del Stradivarius»
Muchas teorías se han hecho girar lo largo de los años. Para tratar de explicar por qué los instrumentos elaborados por estos maestros producen un sonido que no puede ser replicado. Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere un baño.
Todo se reduciría a la madera, un buen baño, y una gran cantidad de tiempo. Cuando los investigadores taiwaneses analizaron trozos de arce de cuatro violines y violonchelos de Stradivarius y un violín de Guarneri, descubrieron un arte perdido.
Los fabricantes de instrumentos, o luthiers los remojaban en un baño mineral para evitar la putrefacción que los cambió efectivamente.
«Este tipo de condimento químico era una práctica inusual. Desconocida para las generaciones posteriores de fabricantes de violines», escribe el Washington Post (1).
Es probable, sin embargo, que la madera se empapara por aquellos que la cortaron al principio del bosque, no los luthiers, para protegerlo antes de su venta, señala el New York Times (2).
El resultado es que el arce utilizado en estos violines de ese tiempo, tienen diferentes propiedades químicas que el arce en los instrumentos modernos.
Al añadir a la receta tres siglos de envejecimiento y el efecto de las vibraciones de alta frecuencia, es lo que produjo el secreto del Stradivarius. Los escépticos no están convencidos.
Dos científicos británicos que escriben en Conversation citaron un «efecto de halo» alrededor de los maestros italianos. Ellos tomaron nota de un estudio de 2011 de 21 expertos que preferían tocar un instrumento moderno.
Antes se decía que era el ajenjo de un arce específico. Este tipo de madera ofrece propiedades de resonancia específicas que no son posibles por medio contemporáneos.
RECURSOS EXTERNOS:
(1) Washington Post
(2) New York Times
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